Una vez traté de leer La Guerra y la Paz de Leon Tolstoi, lamentablemente no pude terminarla, me parecía tan poco emocionante, en esa época tenía 15 años, y creía que leer un libro así me haría una persona más culta, pero mi intento fue fallido, simplemente no me identificaba con el libro, no captaba mi mas mínimo interés, creo que no llegué mas allá de unas 20 páginas.
El tiempo ha pasado y hasta ahora no me han vuelto las ganas de leer el libro, pero, a veces, uno se siente obligado a leer este tipo de obras para no ser un ignorante en cuanto a cultura, es decir, no ser un inculto, un vulgar individuo que compra con sus 0.50 centimos el ajá o el chino, no ser un ignorante de esa cultura que defiende Marco Aurelio Denegri desde algún punto sobre la tierra. (No se si tiene programa todavía).
Bueno, se supone que para salir de mi estado de neanderthal inculto, debo tragarme el libro de principio a fin, leerlo como si realmente me importara, como cuando un chico postula a la universidad y no sabe para que le sirvió saber el área del Perú (1'285,215.60 Km2 porsicacaso), y además, juntarme con gente de similares gustos y así tener acceso a una serie de posibilidades.
El caso es que no creo ser un neanderthal, caer en el juego "si no quieres ser un inculto léete esto o escucha aquello", es algo que siempre me molestó, sin querer, he llegado a conocer más de música porque un gusto me llevó a otro, mi intención nunca fue conocer más de música sino escuchar mas música, y llegado hasta un punto sentir la música, esa etapa en la que te es difícil concentrarte en otra cosa cuando escuchas música, conocer música es algo que vas recolectando sin darte cuenta, no es una intención en sí.
Pero no todo es pasión por leer y escuchar música solamente, y no sólo es el gusto de escuchar la música que te gusta y nada más, hay deberes que uno tiene que hacer para estar bien contigo mismo y los demás.
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